Viendo trabajos audiovisuales de realizadores emergentes de la India, en Festivales y en diferentes plataformas, podríamos decir que en la India hay una revolución audiovisual que desea desmarcarse de los tópicos de la industria bollywoodiense y narrar otro tipo de historias con otra estética.

Uno de esos ejemplos puede ser el realizador Sandip Pratihar, que con su cortometraje ‘Sita’ ha dado la vuelta al mundo por Festivales y que se ha convertido en la punta de lanza de un grupo de productores y realizadores hindús interesados en mostrar sus cualidades artísticas más allá de tan reconocida industria.

Cortometraje ‘Sita’

Sita es una diosa para el hinduismo, la religión predominante en el Subcontinente Indio formado por: India, Pakistán, Bangladés, Nepal y Bután; aunque es especialmente predominante en los estados de India y Nepal.
Esta diosa llamada Sita, ocupa el protagonismo en el texto: Sánscrito Ramaiana, que se podría traducir como: El camino de Rama, y que data del siglo III antes de Cristo. Este texto religioso es, además, un buen ejemplo de literatura épica.
Sita no es de este mundo, pero para vivir entre nosotros se encarna en la consorte del dios Visnú.
Para la tradición india, Sita es el modelo de vida a imitar: un paradigma que cualquier esposa humana debe seguir para alcanzar el virtuosismo y convertirse en una mujer modélica para el resto de la sociedad.
Esta introducción que hago para comentar el excelente trabajo cinematográfico del joven director hindú Sandip Pratihar, no impide la comprensión de la historia que se nos narra, pero sí entronca culturalmente con la substancia íntima del corazón de la película.
Por eso, en los últimos minutos del cortometraje, su director se pregunta, con indignación, pero con serenidad extrema lo siguiente. Si según la mitología de la antigua India, las mujeres son consideradas como un centro inmenso de energía y poder, por qué entonces, ahora, en esta primera década del siglo XXI, las mujeres son objeto de males sociales, de opresión y de abusos sexuales ante los cuales las autoridades cierran los ojos, con la complicidad de esa gran parte de la población que no quiere ver el mal ajeno y desprecia la solidaridad y el amor como elementos fundamentales de cualquier convivencia o vida humana en este planeta que llamamos tierra?.
Es una pregunta muy ambiciosa la de este joven director llamado Sandip Pratihar, quien construye un film con muy pocos medios económicos, pero con una gran dosis de talento y evidentes virtudes cinematográficas.
‘Sita’ es un retrato de la mujer de hoy, vulnerada por la sociedad machista que arrastra consigo a no pocas mujeres sepultadas desde hace siglos en esta condena a la ignorancia de su propia dignidad como persona con plenos derechos y libertades, tanto económicos, laborales o sexuales.
Y la libertad de la sexualidad es lo que defiende Sita a capa y espada, tejiendo imágenes de cuidada estética y bellas metáforas, que son la clave –inteligente razonamiento del cineasta- para hacernos llegar con claridad su mensaje, la esencia de su obra de cine: la angustia de la muer, el dolor de la mujer, la impotencia de la mujer… pero, además: la rabia de la mujer, la rebelión de la mujer, la indignación de la mujer, la lucha de la mujer contra el hombre violador y enclaustrado en ese mundo podrido del que los gobiernos son el gran cómplice con su conformismo y su política de no acabar con el crimen machista de raíz, arrancándolo sin piedad como se arranca un árbol podrido que solo generará más podredumbre.
‘Sita’ no necesita apenas diálogos para desarrollar su historia; Sandip Pratihar ha optado por dar vía libre a los sonidos, las miradas, la nocturnidad cómplice de una ciudad que acorrala a sus mujeres perseguidas por hombres sedientos de una frustración globalizada y consentida por el mercantilismo que hoy gobierna en el mundo.
Una película no puede cambiar las cosa, el arte no puede hacer que los gobiernos se den cuenta de su inhumanidad y pongan el remedio, pero al menos pone medios en nosotros, los ciudadanos, los hombres que aún nos consideramos libres y hermanos de todos los hombres que habitan en el mundo globalizado.

Miguel Ángel Barroso.

Sandip Pratihar

Sandip es un joven cineasta que fue rechazado por los productores porque no tenía ‘suficiente experiencia’. Lo que para unos hubiera sido un obstáculo dificil de sortear, para Sandip fue su motivación. Creció en un pequeño pueblo de Bengala Occidental de la India y para cumplir sus sueños lo que hizo fue cojer una cámara, grabó un cortometraje en 24 horas, y se convirtió en cineasta independiente sin poseer un título en cine. De esta manera él ha sido el que ha generado su curriculum si esperar ni buscar a nadie más, demostrando que no es necesaria una formación académica para contar una película.

Sandip ha recibido con su corto ‘Sita’ 11 selecciones internacionales, ha sido 2 veces finalista, 1 premio al mejor cortometraje, y ha recibido el premio Silver Palms. Ya con sus otros dos cortos : ‘Pahal’ y ‘Matter of Fiction’ recibió premios y selecciones en otros festivales que le hacen lider de una generación de cineastas dispuestos a mostrarnos sus inquietudes y un poco más de la cultura hindú.