Después de más de 10 días confinados en casa por esta cuarentena, en Madrid, donde más víctimas está habiendo, creo que todos, vamos a pasar por diferentes estados mentales. Desde el inicio en shock, con las bromas, incertidumbre, y hasta algunos felices por estas vacaciones improvisadas.
Si, porque, yo creo que muchos, no se han tomado esto como lo que es. Un estado de alarma mundial. Dejémos eso, de no alarmar a la población, bla, bla, bla. Yo creo que si estás leyendo esto, ya eres mayorcito, para ver lo que hay. La mayoría, vamos a ser héroes, unos por hacer, y otros por obedecer. Solo por eso. Mira que nos cuesta en esta época, lo de obedecer. El resto, serán mal vistos. Y me apena.
Me explico. Si nos dicen a todos, que hay un virus terrible, y que no salgamos de casa. Si cierran universidades y colegios, no es para que los universitarios, se vayan a sus casas (los que son de fuera de las grandes ciudades) a llevar el virus por toda España. Ni que los más asustados, se vayan a su segunda residencia, porque piensan que allí el “bicho”, no les va a coger. En la mayoría de los casos, seguro que se lo han llevado puesto, o en la ropa, zapatos, ruedas de sus coches, motos…Estos, además de ponerse en mayor riesgo a ellos y su familia, (imaginad que se ponen muy enfermos y en el sitio donde van, no hay medios suficientes) que seguro habrá pasado ya, desgraciadamente, ponen en riesgo a esas poblaciones. ¿Como van a mirarles, tanto ahora con en un futuro esos vecinos y familiares ante un acto tan irresponsable?.
El miedo es terrible. Pero, señores, no están cayendo bombas…es un virus muy contagioso. Lo mismo los estudiantes que han corrido a sus pueblos y ciudades, portando el virus, porque sino ¿como se ha llevado a pueblos y ciudades tan rápidamente? ¿Fueron a abrazar a sus familias, abuelos nada más llegar? Tanto ellos como los padres, debían de haber previsto esto, y haber decidido quedarse en cuarentena, como han hecho muchos otros. Mi hija, universitaria de 21 años, y que vive con nosotros en Madrid, en un acto de responsabilidad, y ya que estaba con su novio cuando decretaron la cuarentena, y además, pensaba tenía que trabajar el sábado 14 de Marzo, luego al final no fue, sigue sin moverse de donde está. Por ella, por nosotros y por los demás. Gracias.
Cuando esto acabe, muchos rezamos para que ocurra lo antes posible, ya nada ni nadie seremos los mismos. Unos pagarán su irresponsabilidad, otros tendremos que hacer el esfuerzo de perdonar, porque si no perdonamos, no habremos conseguido nada. Lo peor, las conciencias. Porque eso, se lleva encima para siempre. Muchos, ya no podrán volver a su segunda vivienda. La vergüenza y el dolor, no les dejará volver. Otros no podrán, porque ya no estarán entre nosotros.
Todos sentimos miedo. Unos más que otros. Los que creemos en Dios, algunos, espero que la mayoría, lo tenemos más fácil. Porque para nosotros, la muerte no es el final del camino. Mucho ánimo y gracias a todos los que estáis ayudando a los demás, aunque sea quedándoos en casa sin salir. Sois HÉROES.
Anna Utrecht