“Cumbre mundial” es una obra de teatro que se presenta como una comedia absurda ¿Farsa o realidad? hace poco tiempo salían en televisión las imágenes del representante de la Unión Europea en Luxemburgo arrojando los cascos de traducción simultánea encima de la mesa y mandando a la mierda al líder italiano. Y esto es realidad…
La obra
Lo cierto es que este esperpento escrito, dirigido y, en esta ocasión, interpretado también por Jorge Jimeno no presenta una realidad deformada o grotesca sino que en ocasiones parece la misma realidad y aún diría el trasunto que la aparente realidad que se nos presenta, se nos enseña, con la que se nos engaña, tiene.
Estos líderes de “Cumbre mundial” tienen una virtud que no siempre forma parte de las cualidades de los líderes mundiales que salen en las noticias a diario y es la sinceridad con la que no se engañan a sí mismos y por otra parte es evidente que no cumplen peor su papel. Al menos toda esa verborrea en politiqués (lengua de los políticos) les sale de mil maravillas.
Es por lo tanto un espejo deformado de cualquier cumbre mundial al uso, que se precie de tal nombre, pero que devuelve una imagen mucho más clara y sincera.
La interpretación de los actores es a ratos desternillante con una serie de movimientos convulsivos con contracciones y distensiones, con gestos que ilustran un mundo emocional intenso y arrollador.
Las expresiones de los representantes mundiales son todo un poema. Ana de la Hoz, Diego Mattarucco, Verónica Pérez y el propio Jorge Jimeno están desbordantes de gestualidad y expresividad. La parodia que llevan a cabo no ridiculiza o se burla de la misma realidad sino que creo que hasta la dignifica con momentos de lucidez y verdad. Estos líderes mundiales ya han llegado donde los actuales todavía ni divisan a lo lejos.
En suma supone un rato de risas, sonrisas, carcajadas, complicidad con el público pero que en ocasiones, y creo que este es posiblemente también el propósito de su autor, da unas punzadas dolorosas al darnos cuenta de que si estuviéramos presentes en una butaca delante de las mesas de reunión de los “verdaderos” líderes mundiales nos sorprendería la fidelidad a la letra, la literalidad de los discursos con los que disfrutamos en la obra pero nos aterraría el vacío que supone que más allá de un rato divertido y entretenido lo que van es a deliberar sobre nuestras vidas y además carentes de la lucidez y verdad a la que ha llegado los representantes de la obra dirigida por Jorge Jimeno.
En fin, riamos y disfrutemos con este espectáculo que, si nos dejamos y si queremos, nos permite además de un ameno entretenimiento una reflexión crítica sobre la situación política actual.
En la obra no falta el atrezzo necesario en los grandes eventos, con teléfono rojo, patrocinadores y viandas para los altos representantes y en especial para aquel que en el papel de la Sociedad Civil tiene gran hambre y sed…atrasadas.
Los representantes rompen los tópicos que pudiera otorgarles su papel. El de los países pobres parece más dedicado al juego de naipes, a la ruleta y las apuestas y menos interesado en los platos que se sirven y de los que pide doble ración en justa lógica a su papel de satisfacer las necesidades de sus representados pero de los cuales no prueba bocado. La representante de la sociedad civil se ajusta la ración pero termina devorando la suya y la de sus compañeros. Todo un despropósito muy a propósito del juego de roles, del absurdo, de la deformada y grotesca realidad que representan.
Un ácida crítica en la que no falta como parece ya obligado en toda cumbre mundial su activista, su antisistema que en este caso se da por partida doble. Todo parece aumentado en esta cumbre. Aumentado y exagerado pero es pura apariencia pues es nada más cercano a la misma realidad y no a la verdadera parodia que nos venden en los medios.
Ficha Artística
Guión y Dirección: Jorge Jimeno
Compañía: Montajes en el Abismo
Interpretación: Ana de la Hoz , Eduardo Gutiérrez /Jorge Jimeno, Diego Mattarucco y Verónica Pérez
Música y Letra: Diego Mattarucco
Fotografía: Marta Marsie
Control de luz y sonido: Lidia Cuadrado
Escenografía: Laura Ferrón
Más info y entradas: Plot Point
Javier Torres