Un foco que selecciona. Una cámara que cambia en mano, nerviosa, hacia la mirada de uno u otro personaje. Y entre los paisajes por los que la cámara circula, la nieve y el hielo sobrevolando y cubriendo la carretera, las casas del pueblo, los campings. Este hecho no es casual: la puesta en escena de ‘La próxima piel’ remite a un presente congelado, aquel que no se cura y hurga en la herida de su pasado; como los actos de su protagonista, cuando no para de hurgar en su casa para encontrar algún recoveco capaz de devolverle su memoria fragmentada.
Isaki Lacuesta e Isa Campo tienen en un pueblo en las montañas de los Pirineos el escenario perfecto para hablar de identidad, de represiones que se pueden –o no– ocultar. La llegada de Gabriel –Leo– 8 años después de haber desaparecido propicia una bola de nieve perfecta para que las relaciones que se habían construido o perdido en ese lapso de tiempo se desaten y choquen contra Gabriel, quien no para de chocar contra todos, incluso contra sí mismo. Y es que él, que tiene amnesia disociativa –y aquí está el verdadero discurso de la película–, como su madre Anna, busca amar y ser amado, pero no sabe cómo tolerar un sentimiento que le es extraño.
‘La próxima piel’ construye desde esos cimientos un drama rural con inspiraciones tomadas del thriller. Isaki Lacuesta e Isa Campo dan preferencia a los detalles y dejan que sean estos y no los subrayados los que hagan que la película hable por sí misma. Sin embargo, la palabra “accesible” se vuelve en contra suya: los focos, que sirven para reorientar la perspectiva de cada uno de los personajes, no dejan de ser a su vez una guía para que el espectador no se pierda, y el recurso del rumor interno, cuyo uso es similar al de ‘Las Altas Presiones’, produce dudas sobre si es necesario que exista o no para entenderse todo. Esos defectos, como la falta de exploración en ciertos temas –homosexualidad reprimida, por ejemplo– acaban mostrándose quizá más de lo que sus directores y guionistas querrían.
Por suerte, los defectos de la película no consiguen tumbar las buenas intenciones de sus autores. En ‘La próxima piel’ el amor –como tema– se impone a otros como el de la identidad con la gracia de quienes se saben capaces de elaborar lugares alejados de lo común y de lo redundante, así como también de construir personajes que piden con todas sus fuerzas que les abracen, les consuelen y les den una vida nueva.
‘La próxima piel’ se estrena el 21.10.16.
Carlos Martínez.