Terence Davies, si tiene una seña de identidad clara, está en el mimo a los detalles y en el cuidado constante en la puesta en escena. Sin embargo, y pese a su enorme respeto por intentar transmitir el lenguaje literario a la gran pantalla sin perder un ápice de poética visual, su último proyecto no ha sido nada fácil. Y a pesar de ello, ‘Sunset Song’ ha conseguido una simbiosis perfecta entre el clasicismo audiovisual y la novela clásica.
La adaptación de la novela de Lewis Grassic Gibbon sabe mezclar a la perfección las inspiraciones provenientes de la novela y la pintura. La voz en off ejerce de conductor de la historia al estilo novelístico. Mientras tanto, Terence Davies hace lucir una puesta en escena con increíble belleza –a veces angustiante, otras veces melancólica, e incluso otras tantas bucólica; todas ellas, gracias a una paleta de colores tan variopinta como precisa– para que al espectador le parezca que, en el fondo, estuviera delante de una novela narrada y visualizada, cumpliendo así las fantasías de más de cualquier lector.
Sin embargo, no todo reluce en este relato narrado, mostrado o incluso cantado. Si bien es cierto que los continuos fundidos y movimientos circulares acaban de proferir la belleza dentro del conflicto de Chris Guthrie, Terence Davies peca, lamentablemente, de no mantener cohesionado la narrativa del relato. Pese a que la primera parte, opresiva gracias al fanatismo exacerbador del padre de familia, contrasta a la perfección con la identidad feminista y avanzada a su tiempo de Chris Guthrie–así como su renuncia posterior a sus estudios para ser la señora de su propiedad–, la segunda mitad peca en ocasiones de abrupta y precipitada en su exposición narrativa.
Pese a todo, la poética que otorgan todos sus elementos, así como los de la elipsis, evitan la impostación dentro de un relato clásico, y otorgan la dosis de melancolía justa a un relato donde solo hay un mismo elemento inamovible desde el primer minuto: la Tierra, idéntica para todo el mundo.
‘Sunset Song’ se estrena el 22 de julio de 2016
Carlos Martínez.